Este articulo tiene como principal objetivo, despertar la curiosidad. Busca, en primer lugar, plantear una serie de lineas para invitar a conocer el rol de la mujer en un fenómeno peculiar en Argentina, conocido como las fábricas autogestionadas por obreros.
A fines de noviembre de 2001 la fabrica de cerámica Zanón -ubicada en la cuidad de Neuquén- cerró sus puertas, apagó los hornos y despidió operarios, ya que -a pesar de recibir subsidios estatales millonarios- tenía una deuda declarada de 75 millones de dólares. Frente a ello, los obreros resistieron, tomaron la fábrica y a principios de marzo de
2002, Zanón volvió a funcionar bajo el control obrero. En el año 2005 se creó una cooperativa de trabajo denominada Fa.Sin.Pat, encargada de la venta y distribución de los productos Zanón. Cuatro años después, la Legislatura de Neuquén aprobó la ley 2656 que obligaba al Ejecutivo provincial “a expropiar los bienes inmuebles, bienes muebles y todo otro bien tangible” de la cerámica Zanón junto con las marcas y, en noviembre de 2012, se firmó el decreto 1977/12 por el cual se destinaron los fondos al pago del monto expropiatorio para luego firmar el acta que cerró el proceso y traspasar los bienes a la cooperativa.
Durante todo el proceso de lucha, la participación de las mujeres fue imprescindible. Antes de la toma, y como consecuencia de la reducción de personal llevada a cabo por la empresa, solo había 6 obreras, siendo la mayoría del personal de sexo masculino. No obstante, en las primeras etapas de la toma, fueron las madres, hijas, esposas, hermanas y obreras quienes participaban de forma activa, informando a todo el pueblo lo que ocurría y garantizando la supervivencia de la toma desde un plano mas tradicional, es decir, encargadas de las cuestiones domésticas como la alimentación, necesarias para sostener física y psíquicamente la lucha. Posteriormente se formó la Comisión de las Mujeres, aumentando su incorporación en las tareas productivas, lo que llevó al desarrollo de medidas concretas como la instalación de una guardería para los hijos de las familias obreras. Además, las mujeres continúan aumentando su participación en la lucha a través del ingreso a los espacios de poder y en la esfera política y pública. Como muestra de ello, se encuentra la participación en el Encuentro Nacional de Mujeres en Salta, entre otras participaciones.
A modo de ejemplo, en el año 2008, FaSinPat fue sede del XXIII Encuentro Nacional de Mujeres en Argentina. Previamente -cuando se encontraban planeando el evento- se propuso la realización de un mural que reflejara la participación de las mujeres en la lucha. En efecto, una semana antes de que iniciara el evento, el mural de aproximadamente 2 metros de altura y 6 de largo -y de cerámica, por su puesto- se emplazó en la entrada del edificio con el mensaje “Sin las mujeres, la lucha va por la mitad”.
Camila Ormar
Estudiante de Derecho, Unicen
Miembro del Centro de Estudio en Derechos Humanos, Unicen
Voluntaria en Linea de la ONU